miércoles, 27 de octubre de 2010

20 días de ayuno: Un proceso irreversible hacia la muerte

Miércoles 27 de Octubre, 2010

Un proceso irreversible hacia la muerte
Información de: Voces Nuestras





El doctor ha dicho que a partir de cierto momento del ayuno, se inicia un
proceso irreversible de degradación del organismo.

Es el momento en el cual se han agotado las fuentes viables de reservas
energéticas, y el cuerpo empieza a consumir como sustituto, las proteínas que
son indispensables para la Vida.

Al vigésimo día de permanecer en huelga de hambre, le preguntamos a la
comunidad nacional, al Gobierno, a los medios de comunicación y los diferentes
sectores de la sociedad costarricense: ¿No estará Costa Rica a punto de
cruzar esa línea crítica, en caso de permitirse el desarrollo de la mina a cielo
abierto más grande de Centroamérica? ¿No se adentrará este vergel bello, a
través de ese proyecto minero, en el umbral de un proceso irreversible hacia
la autodestrucción? ¿No estarán nuestros gobernantes, injustificadamente,
obligando a este país a consumir sus componentes esenciales, tras un largo
ayuno de alternativas de producción y de actividades económicas ética y
ambientalmente viables?

Doña Laura nos dice que la institucionalidad no puede ser sustituida por la
disidencia de la opinión pública, ni por las huelgas que se hagan afuera de
las oficinas del Gobierno. Debería de replantearse la señora Presidenta, su
equipo de Gobierno y el conglomerado que en efecto representan, si una
institucionalidad que no se alimenta del sentir popular y de las necesidades
de la población, podrá sobrevivir en el tiempo, o si por el contrario, consume
actualmente sus propios cimientos, y se encamina a un proceso irreversible
hacia la muerte.

David Rojas
20 días en Huelga de Hambre, solicitando que se derogue el decreto que
declara de conveniencia nacional la minería a cielo abierto en Crucitas.

jueves, 21 de octubre de 2010

viernes, 15 de octubre de 2010

Onda UNED entrevista a los ayunantes en contra del Proyecto Minero Crucitas

Tras 7 días de ayuno, Onda UNED entrevista a quienes piden la derogatoria de la declaración de interés nacional que dio luz verde al Proyecto Minero Crucitas.


martes, 12 de octubre de 2010

Artículo: UNED: DESAFÍOS Y POSIBILIDADES de Luis Paulino Vargas Solís

UNED: DESAFÍOS Y POSIBILIDADES
Luis Paulino Vargas Solís




Aunque no conocemos los detalles, sabemos que la UNED atraviesa una difícil
situación presupuestaria, la cual se prolongará también al venidero 2011. Dos preguntas
se suscitan a partir de lo anterior. Primero ¿cuál es el origen de esta situación? Segundo
¿cuáles son las respuestas más apropiadas?
Este problema está seguramente relacionado -en parte al menos- con la situación de
recesión económica que el país experimentó en 2009, cuyas secuelas siguen aún
vigentes. Puesto que nuestros presupuestos están vinculados al comportamiento de la
economía nacional (vía tasas de crecimiento del PIB), el mayor o menor dinamismo
económico -o el retroceso, tal cual se registró en 2009- impacta sobre los recursos que
recibimos. Por ello nos fue muy bien en 2007 y 2008, cuando el PIB creció a tasas
extraordinariamente elevadas. Pero aquel fue un auge especulativo e insostenible.
Parece que por entonces se creyó que la abundancia sería perpetua. Hizo falta prudencia
y visión de largo plazo para administrar las vacas gordas.
Los nuevos acuerdos firmados por CONARE y el gobierno mantienen el ligamen entre
presupuestos universitarios y crecimiento del PIB. En varios escritos analicé por qué
creo que es un acuerdo que, dentro de las condiciones planteadas, resulta aceptable, el
cual incluso podría ser muy favorable si las circunstancias económicas del país así lo
propiciaran. El asunto es que, lamentablemente, no es muy seguro que esto último
pueda darse.
Múltiples indicios advierten que los problemas que afectan la economía mundial,
seguramente persistirán durante varios años más. Por cuestiones de espacio eludo aquí
profundizar al respecto, pero sí hay razones para pensar que tanto en Estados Unidos
como en Europa el marasmo económico se prolongará por un período incierto,
posiblemente considerable, no siendo factible esperar que China y las otras potencias
emergentes puedan tomar el relevo a corto plazo.
Por lo tanto, cabe pensar que por varios años la economía de Costa Rica mantendrá
tasas de crecimiento relativamente modestas. Si el mercado externo no luce prometedor,
el interno está bajo la amenaza de la indiscriminada liberalización de importaciones
promovida a través de los tratados comerciales, lo cual se da en un contexto de
persistente revalorización del colón frente al dólar, con el agravante que representa el
pesado fardo de los excesos del endeudamiento privado heredado de los años de auge.
De ser ese el caso –y, muy de verdad, espero estar equivocado- los presupuestos
universitarios no serán tan holgados como quisiéramos. Y, sin embargo, no seremos
quienes más sufran por esa situación. Pero ello sobre todo debería llevarnos a
profundizar el compromiso con la Costa Rica pobre y olvidada.
Estamos en tiempo de vacas flacas, lo cual tan solo renueva la pregunta que más arriba
formulé ¿qué pasó que en los momentos de abundancia no se administró con la
suficiente sabiduría y prudencia?
Dejo este interrogante a la amable consideración de quien me lee, pero me cuelgo de
ella como punto de partida para un ejercicio de autocrítica que considero indispensable
e ineludible. Muchos de los actuales problemas nos vienen de fuera…pero no todos.
También en parte han sido incubados desde dentro. Entender esto es indispensable si
queremos fortalecernos para enfrentar con mejores armas los desafíos que los años
venideros nos traen.
¿Cómo avanzar en el proceso de fortalecimiento institucional en un contexto
presupuestario que en este momento es limitado y que podría serlo también en años
venideros? Creo que responder esta pregunta convoca a la necesidad de un debate
abierto, libre, respetuoso y sin condicionamientos. Es preciso consolidar un verdadero
pacto social –la atinada idea de Mario Valverde- para la construcción consensuada y
democrática de una UNED mucho más fortalecida.
Me limitaré aquí a esbozar algunas hipótesis y preguntas de orden general.
1. ¿Qué le falta y qué le sobra a la UNED? En sentido muy amplio, nos falta una
participación más justa en los fondos públicos destinados a la educación superior.
Ello demarca un límite que, a su vez, pesa sobre las posibilidades del desarrollo
académico de la institución. He ahí un importante desafío para nuestras autoridades.
Y, por otra parte, ¿nos sobra algo? No lo creo, aunque sí tengo la impresión –que
podría ser errónea- de que la estructura administrativa presenta un mayor nivel de
desarrollo relativo, por comparación con la parte académica. Enfatizo: no es un
asunto de “sobrantes” sino de proporciones –no del todo adecuadas- en el proceso
de desarrollo institucional.
2. Al modo de una herencia histórica que se remonta a sus orígenes, la UNED sufre de
un doble problema estructural: concentración de poder y fragmentación
organizacional en compartimentos estancos. Es ciertamente paradójico, ya que esto
último sugeriría una fragmentación equivalente del poder. No es el caso, sin
embargo. En realidad, la compartamentalización básicamente se resuelve como un
problema de incomunicación, de dificultad para coordinarnos y colaborar. Por su
parte, la normativa institucional propicia altos niveles de concentración del poder.
Todo esto nos hace difícil establecer puentes de comunicación y cooperación entre
la estructura administrativa y la académica.
3. Avanzar hacia el logro de una solución satisfactoria supone, entonces, redefinir las
relaciones entre lo administrativo y lo académico y entre ambas esferas y las
jerarquías de poder y autoridad. Es indispensable comprender que la universidad es
la unidad de esos tres ámbitos: el académico, el administrativo y el de la autoridad.
No creo que uno sea más importante que otra ya que si alguno faltara la universidad
dejaría simplemente de existir. Pero sí hay que tener claro lo peculiar de cada uno de
estos ámbitos. De su entrelazamiento armonioso depende el más pleno desarrollo
institucional.
4. La universidad es universidad en cuanto existe la academia. Sino sería cualquier otra
cosa –el Ministerio de Transportes o un supermercado, pongamos por caso- pero no
una universidad. El objetivo central debe ser, entonces, fortalecer la academia al
tiempo que se fortalece nuestro compromiso con la democratización del
conocimiento. Pero lograr esto no depende tan solo de quienes estamos en la
academia. Sin un liderazgo institucional lúcido y comprometido y un aparato
administrativo eficaz y eficiente, el cometido académico se vuelve una
imposibilidad. Decir que el objetivo es fortalecer la academia significa que todos y
todas debemos aportar con ese fin. Es una empresa conjunta y será un triunfo
compartido. Hay que dejarse de falsas oposiciones que tan solo cortan el diálogo y
la cooperación.
5. Por lo tanto, en los años venideros, y desde ya, deberíamos trabajar en un proceso de
refundación de la universidad, el cual debería estar marcado por el signo de la
propuesta y la construcción. Evitar, pues, las convocatorias de tono negativo o
destructor: ni recortar, ni despedir, ni suprimir. Lo planteo así porque creo –y espero
no pecar de ingenuo- que nada nos sobra. Y, en cambio, mucho sí nos falta. No solo
una participación más justa en los fondos públicos para las universidades. También
nos hace falta, a lo interno, fortalecer y ampliar el diálogo, la cooperación, la
fluidez y flexibilidad organizativa. Como ya dije, nuestras metas fundamentales son
la excelencia académica y el compromiso democratizador con las necesidades de
nuestro pueblo. Pero eso se hará mucho mejor si se hace con base en la más amplia
participación. De otra forma las cosas se nos volverían mucho más difíciles y
nuestras realizaciones menos satisfactorias.
6. Intentando especificar un poquito más lo anterior (aunque aun en un alto nivel de
generalidad), dejo entonces planteadas algunas preguntas: ¿estamos en disposición
de abrir puertas, compartir, dialogar y cooperar sin trabas ni obstáculos? ¿en el
ámbito académico estamos en disposición de comprometernos con los más elevados
estándares de rigor y excelencia? ¿estamos en condiciones de trabajar por
reformular los nexos entre la parte administrativa y la académica a fin de lograr una
cooperación más eficaz y un diálogo más fluido? ¿están las autoridades dispuestas a
descentralizar el poder -incluso descentralizar presupuestos- y generar condiciones
que propicien la iniciativa y la creatividad, pero también la asunción de
responsabilidades? ¿tenemos plena conciencia de nuestro compromiso
democratizador y querremos, en consecuencia, trabajar por profundizar los nexos
con quienes, de una u otra manera, más necesitan de los frutos de la ciencia, la
educación, el arte y la cultura?

lunes, 4 de octubre de 2010

2do Encuentro Nacional de Medios e Iniciativas de Comunicación Alternativa


















viernes, 1 de octubre de 2010

En Vivo: Videotutorías en vivo (Gestion de Tours y Turismo Alternativo)